miércoles, 30 de enero de 2013

Racismo cotidiano: ¿Qué hay en un título? - (inicialmente, "Cimarrones y Quilombolas según Pigna")

Originalmente, tenía pensado tan sólo incluir la nota de Pigna que salió hace un par de semanas en la revista Viva del diario Clarín (6/1/13), haciendo, en todo caso, una breve referencia a lo desafortunado del título: El instinto de libertad


¿Por qué una nota que habla del cimarronaje y los quilombos en Brasil -gestas de libertad si las hay- debe estar encuadrada (framed) interpretativamente con un énfasis en un supuesto instinto de libertad? ¿Es necesario utilizar esa palabra que ubica a los cimarrones y quilombolas mas cerca de los animales que de los hombres? ¿Acaso no era más apropiado y obvio hablar de "deseos" o "ansias"?
De esta manera, el encuadre brindado por el título -aún cuando no sea retomado en la nota- ayuda  a perpetuar las nociones de inferioridad y animalidad  (menos-que-humanidad) que pesan sobre los afrodescendientes y, quizás en medida mayor aún, sus antepasados esclavizados. Un status de inferioridad posibilitado por los regímenes esclavistas pero cuya influencia perniciosa llega hasta nuestros días, transformada y perpetuada por este tipo de pre-nociones y prejuicios que se filtran en los lugares menos pensados, con  una cotidianidad que a esta altura ya no asombra pero sí asusta.
Uno puede estar de acuerdo o no con las "visiones-Pigna" de la historia, cuestionar qué tan actualizado parece estar con la bibliografía contemporánea de los temas que trata -especialmente cuando espinosos y aún poco conocidos por fuera de un grupo de especialistas- pero no cabe duda del valor visibilizador que sus escritos adquieren para ciertas temáticas, sobre todo cuando aparecen en un medio de comunicación masivo de este porte.
Dada la dinámica y la peculiar forma que adquieren la construcción de noticias -en diarios y revistas- es probable que el título final no haya sido suyo, sino de algún redactor en jefe o encargado de sección de la revista. 
Poco importa, ya que el efecto pernicioso de construcción y repetición de una imagen animalizada de los "negros" cimarrones y quilombolas -y por ende de los "negros" actuales- se perpetúa a través de una nota que pretende ser educativa y de divulgación de la historia de nuestro continente.  Un buen intento, severamente desvirtuado por un título que atrasa casi doscientos años.


Como siempre digo, para este tipo de evaluaciones es importante tomar en cuenta el contexto -histórico, semántico, hasta mediático. Las representaciones de grupos étnico-raciales -y su subalternización- se forman a través de la repetición, en innumerables ocasiones y ámbitos de todo tipo, de determinadas imágenes, adjetivos y metáforas que se repiten o se complementan para lograr una concepción naturalizada de su inferioridad.
Es necesario entender, analizar críticamente, evidenciar y denunciar este tipo de mecanismos ya que hacen posible la reproducción del racismo cotidiano que tan sutilmente pero eficientemente afecta la vida de miles de personas a un lado y otro del Río de la Plata. 
En un momento particularmente sensibilizado ante la subsistencia de discriminaciones -en Uruguay por el ataque racista a Tania Ramírez y la campaña "Borremos el racismo dellenguaje", en Argentina por la celebración del Bicentenario de la Asamblea del Año 13 que supuestamente "puso fin al tráfico de esclavos y estableció la libertad de vientres, garantizando la libertad e igualdad a todos los hijos de esclavas que nacieran en adelante en el territorio de las Provincias Unidas " es particularmente importante -reitero- comprender y denunciar los mecanismos a través de los cuales estas "igualdades" permanecen promesas incumplidas. 

Fuente de la nota de Pigna: Revista Viva del diario Clarín, 6/1/13.

martes, 29 de enero de 2013

La Asamblea del Año 13 y la esclavitud

Es ya de público conocimiento que por Decreto 2435/2012, sancionado el 13 de diciembre pasado,  el año 2013 fue declarado como “Año del Bicentenario de la Asamblea General Constituyente de 1813”.  Por ello, la ley Ley 26.840 estableció "por única vez feriado nacional" el día 31 de enero de 2013 en su conmemoración.


Entre los considerandos del decreto, se justifica esta celebración ya que:
"la Asamblea General Constituyente de 1813 marcó un hito trascendental en nuestra historia, no sólo por el rol soberano asumido por quienes la presidieron sino por su representatividad, albergando en su seno a todos los pueblos integrantes de las Provincias Unidas del Río de la Plata."
y que
"dicha Asamblea introdujo profundos cambios políticos y sociales que resultaron trascendentales para nuestra soberanía popular, y que han sido puestos de manifiesto a través de una incipiente tarea legislativa, ratificando su vocación de independencia, libertad e igualdad, plasmada en el dictado de numerosas disposiciones fundamentales."
 Entre las varias iniciativas mencionadas (apreciables en la imagen de arriba que reproduce el decreto) se señala que:
"puso fin al tráfico de esclavos y estableció la libertad de vientres, garantizando la libertad e igualdad a todos los hijos de esclavas que nacieran en adelante en el territorio de las Provincias Unidas."


Este énfasis despertó el entusiasmo de numerosos afrodescendientes de y en nuestro país, que asistirán al acto conmemorativo a realizarse el jueves en la plaza. Aparentemente estaría prevista hasta la presentación de candombe (en su modalidad local y uruguaya) en lo que podría ser un interesante golpe de visibilización de la cultura afro de ambas márgenes del Plata.
Si las celebraciones de hitos progresistas notables en nuestra historia son justificadas y bienvenidas, para no quedarnos en  una nueva versión Billiken de la misma  -especialmente en temas poco tratados y conocidos como la esclavitud en Argentina- es necesario indagar en qué fue realmente lo que pasó en esos años y en qué medida estas disposiciones y enunciaciones de buenas intenciones fueron llevadas o no a la práctica.
O sea, qué consecuencias tuvieron para la vida real de las personas (esclavizadas) de la época. 
De lo contrario, en vez de la pretendida lectura revisionista, corremos el peligro de reproducir las visiones tradicionales acerca de que la esclavitud en Argentina fue "mas benigna" que en otros países, o que fue abolida o "suavizada" mucho mas tempranamente de lo que en realidad fue.
Ciertamente la esclavitud en Argentina no es un tema en el que me especializo -sobre el que faltan, además mucho más estudios de los que hay- pero reproduzco abajo lo que ya hemos afirmado -en un trabajo conjunto con Eva Lamborghini- en base a análisis previos de historiadores locales.

Imagen tomada de www.elhistoriador.com.ar (ver al final)

Cito del trabajo (fuente y bibliografía abajo):
"La Asamblea General Constituyente de 1813 aprobó la ley de libertad de vientres, por la cual “los niños que nacen en todo el territorio de las Provincias Unidas del Río de la Plata [deben ser] considerados y tenidos por libres” (Goldberg, 1995: 545). Poco más tarde estableció que “Se declaren libres todos los esclavos que se introduzcan en el territorio de la Nación”.  Estas medidas no tuvieron, sin embargo, efectos inmediatos. Ante quejas de la corona portuguesa, posteriores disposiciones limitaron sus alcances para impedir la fuga de esclavos desde Brasil y para que quienes llegaran con esclavos propios (para uso personal y no para la venta) no los perdieran. 
El “Reglamento del Liberto” que reguló la ley de libertad de vientres estableció que “todos los niños de castas que nacieran libres deberían permanecer en casa de sus patrones hasta la edad de veinte años” (Goldberg, 1995: 546). La edad de emancipación de los libertos se fijó en los 16 años –o antes, si se casaban–. Sin embargo, estos límites no siempre se respetaron, y en la práctica el liberto funcionaba como un esclavo más y podía ser objeto de diferentes operaciones mercantiles, pudiendo incluso ser separado de la madre después de los dos años si esta era vendida (Rosal, 1994: 167). 

Imagen tomada de www.elhistoriador.com.ar (ver al final)

El tráfico de esclavos volvió a prohibirse en la Constitución de 1819, en el tratado con Gran Bretaña de 1825, en la Constitución de 1836, “en fin, demasiadas veces, lo que podría sugerir que el decreto de 1812 no se cumplía estrictamente”, como señala Rosal (1994: 167). Recién en 1840 se firmó un tratado con Gran Bretaña que logró la absoluta abolición del tráfico de esclavos (Goldberg, 1995: 538). La abolición de la esclavitud como institución, sin embargo, no llegó sino en 1853, al promulgarse la Constitución Nacional, y en Buenos Aires recién se concretó en 1862, cuando esta provincia se integró al resto del país.
De todas maneras, Andrews duda de que la abolición realmente se haya efectivizado. La Constitución de 1853 que liberaba a los esclavos también disponía la formación de comisiones para compensar económicamente a los dueños. Como estas comisiones no parecen haberse formado nunca, el autor suscribe a la posición de Leslie Rout Jr. (1976), quien afirma que “la esclavitud en Argentina nunca se abolió, simplemente falleció de edad avanzada” (Rout apud Andrews, 1980: 58)."

Bibliografia citada:
Andrews, George Reid. 1980. The Afro-Argentines of Buenos Aires 1800-1900.
Madison: University of Wisconsin Press.
Goldberg, Marta. 1995. “Los negros de Buenos Aires”. En: Luz M. Montiel
(Ed.). Presencia africana en Sudamérica. México DF: Consejo Nacional para la
Cultura y las Artes, CONACULTA.
Rosal, Miguel Ángel. 1994. “Negros y pardos en Buenos Aires, 1811-1860”.
Anuario de Estudios Americanos. Vol. 51, Nº 1: 165-184.
Rout Jr., Leslie B. 1976. The African Experience in Spanish America. Cambridge:
Cambridge University Press.

Fuente del artículo Frigerio-Lamborghini:

Fuente de las imágenes de las disposiciones de la Asamblea del Año 13:

domingo, 27 de enero de 2013

Django y Lincoln: La esclavitud revisitada por Tarantino y Spielberg


Llegan a Buenos Aires -ya las tiene el kiosquero amigo, antes que el cine- dos películas realizadas por famosos directores norteamericanos que tratan, de manera muy diferente, el tema de la esclavitud en Estados Unidos: Lincoln, de Steven Spielberg, y Django Unchained, de Quentin Tarantino.
Ambas vienen precedidas de polémicas, en su país de origen, acerca de las visiones que transmiten sobre "nuestra peculiar institución" -como se la denominaba en el sur norteamericano, en momentos en que la palabra "esclavitud" era considerada impropia. Critic@s o cineastas afronorteamerican@s, especialmente, han cuestionado los motivos y consecuencias que estas visiones de "hombres blancos privilegiados" (privileged white men) puedan tener en la sociedad actual.
La más polémica, como podría esperarse, ha sido la de Tarantino, que narra la alianza entre un cazarecompensas alemán y un esclavo que compra para que lo ayude a identificar a determinados fugitivos, relación que acaba transformándose en una parceria (amistad?) e intento conjunto de recuperar a la mujer de Django, esclavizada en una de las grandes plantaciones de Mississippi.
La mecha probablemente se encendió con la declaraciones de Spike Lee, quien en un tweet afirmó que "la esclavitud americano no fue un western spaghetti de Sergio Leone. Fue un Holocausto. Mis ancestros son esclavos. Robados de Africa."  Y en una difundida entrevista a la revista Vibe, señaló que  "no iba a ver la película", porque le parecía "una falta de respeto a sus ancestros". Aunque aclaró que esa era su opinión personal, y que no estaba hablando en representación de nadie.


En una nota ya más extensa y reflexiva,  la cineasta y crítica de cine afronorteamericana Tanya Steele cuenta que fue a ver ambas películas el mismo día, curiosa por aprender "cómo sería la esclavitud en la imaginación de los hombres blancos". Señala que, como cineasta negra, se preocupó siempre por "cuestiones de 'responsabilidad', 'quién la va a ver', 'qué impacto tendrá sobre el discurso en América', 'qué imágenes estará proyectando a nuestra juventud o el mundo', pero que, por el contrario,  los cineastas blancos no parecen tener estas preocupaciones -ya que aparentemente la carga racial parecía serles ajena. Existiría, por lo tanto, "un arte privilegiado, una cinematografía privilegiada: las películas actuales de Hollywod no parecen responsables por nada ni ante nadie".
La película Lincoln, afirma, le despertó emociones mixtas. Por un lado, la llevó a preguntarse "¿por qué pone el foco en este aspecto de la esclavitud? (aún considerando que antes hizo la película Amistad). ¿Por qué necesitan concentrarse en Lincoln o en ese momento de la historia? ¿Por qué no muestra por lo que estos hombres blancos están luchando: la experiencia del esclavo? (...) Los esclavos aparecen bien vestidos y no muestran las cicatrices de la esclavitud. Esto me pareció problemático".
Su opinión final de la pelicula, sin embargo, es positiva, ya que:
"No todos los personajes no son la misma cosa, no piensan de una sola manera. Muestra lobbies ocultos, vanidad y arrogancia. Hasta Lincoln, quien parece haber pronunciado sólo palabras que brillaban poéticamente, no aparece enteramente inmaculado. La película no es sobre el noble hombre blanco.  Es sobre hombres blancos que son llevados, pateando y gritando, hacia el futuro".



Sus apreciaciones sobre Django son algo más críticas:
"Hay momentos en la película que pueden parecer nuevos para quienes saben poco sobre la esclavitud -cosas que no se han visto previamente en la pantalla cinematográfica. Momentos cautivantes de la película, presentados de manera interesante y creativa. Comprendo la necesidad de divertir, fantasear, crear una nueva mitología a su alrededor, para distraernos de la locura que reside en el pasado de nuestra nación. Pero, si fuera fácil escapar de la esclavitud, como lo hizo Django, estaríamos en otro lugar en este momento de la historia. Si hubiera sido tan fácil salir, lo hubiéramos hecho. (...) Hay un momento en la película (que no revelaré) donde me pareció que Tarantino creía que si no fuéramos tan sumisos no estaríamos donde estamos. Django y su mujer fueron la excepción. El resto de los esclavos parece aceptar su destino, algunos con felicidad. (...) Los esclavos de Tarantino son lo contrario de los de Spielberg -no son nobles, son caricaturas.. (...) Django era el 'super-negro', el que era único, inteligente, rebelde, diferente del resto. Ninguno de los esclavos intenta ayudarlo. Era el negro especial. (...) Esto funciona bien para una cultura que no quiere reconocer las maldades del sistema de la esclavitud. Queremos creer que no fue tan mala. Que era soportable, escapable, brindaba oportunidades para los héroes. Las personas negras fueron esclavas porque no luchamos lo suficiente. Django es un personaje creado por un hombre blanco privilegiado. (..) Tarantino es el cineasta perfecto para estos times. Queremos nuestra información de manera rápida, graciosa, presentada de una manera interesante y no demasiado complicada (...) Está nuestra cultura peor por 'Django Unchained'? No creo que estemos mejor por ella. Profundizará las discusiones sobre la esclavitud? Probablemente no (...) Pero tenía todo el derecho de hacerla. Es entretenimiento. Tiene una buena banda de sonido. Tiene gente bella. Es un escapismo. Es una obra de Arte. Hemos pasado muchos años escapando (into the) hacia el héroe blanco masculino, por qué no uno negro? 'Lincoln' es pensante. 'Django Unchained' es activo. Y nosotros estamos aún afuera, viendo como otros escriben nuestra historia"


Opiniones de otros críticos norteamericanos surgen de la extensa nota que el suplemento Radar de Página 12 le dedicó en una reciente nota de tapa.

Reproduzco una parte del artículo del periodista Mario Kairuz:
"El periodista del Los Angeles Times Erin Aubry Kaplan escribió que la esclavitud “es una institución cuyos horrores no hace falta exagerar, pero Django sin cadenas hace exactamente eso, ya sea para iluminar o para entretener. Un director blanco soltando a la ligera esa palabra con N (nigger: el uso más despectivo de “negro”) en un homenaje al blaxploitation de los ’70 como Jackie Brown es una cosa, pero el mismo director convirtiendo las salvajadas de la esclavitud en pulp fiction es otra”.
Para sus detractores no parece ser suficiente argumento a favor del estilo “irresponsable”, despojado de culpa, con que Tarantino se entrega a sus temas. Quentin insiste: “Todos ‘conocemos’ intelectualmente la brutalidad e inhumanidad de la esclavitud, pero tras investigar el tema deja de ser intelectual, ya no es un mero registro histórico. Uno lo siente en los huesos; te enoja, te hace querer hacer algo. Normalmente, cuando se filma el relato de la esclavitud, salen películas históricas con H mayúscula, polvorientos manuales escolares. Yo quiero romper para siempre esa vidriera con una piedra y llevarte adentro de la historia. Quiero hacer películas que lidien con el horrible pasado de los Estados Unidos, pero hacerlas como spaghetti westerns, no como películas de Grandes Temas. Quiero hacerlas como películas de género que tratan con todo aquello con lo que Norteamérica nunca ha lidiado porque está avergonzada de ello, y que otros países no tratan porque sienten que no tienen el derecho de hacerlo”.
Hay también un componente, dice, de “catarsis cultural” en el modo de representación del cine de acción. “Creo incluso que puede ser bueno para el alma. No quiero sonar como un bruto, pero todos esos telefilms sobre el Holocausto y la esclavitud son un bodrio. Contar una película de acción en el contexto histórico de la esclavitud es otra cosa: en mi película, los que normalmente aparecen como víctimas se convierten en ganadores y vengadores. No existe hoy una gran demanda de películas que asimilen esta parte oscura de la historia por la que aún estamos pagando. Y creo que EE.UU. es uno de los pocos países que no han sido forzados por el resto del mundo a mirar sus pecados pasados completamente a la cara. Esa es la única manera de superarlos. No es como los turcos, que no reconocen la masacre armenia, mientras los armenios siguen reclamando que se lo reconozca: acá nadie quiere reconocerlos. Si hiciera mi película mil veces más violenta, seguiría sin ser tan violenta como la realidad, por lo tanto, si me piden que la atenúe, me piden que mienta, que no cuente la verdad. No hay explotación, simplemente lo podés aguantar o no lo podés aguantar. (..)


En rigor de verdad, los críticos norteamericanos de los medios más influyentes acompañaron bastante de cerca las intenciones declaradas de Tarantino. Betsy Sharky escribe en Los Angeles Times que “su particular brillo proviene de tomar una página horrible de la historia, pasarla por su propia molienda, hacer una comedia audaz, irónica y graciosa y aun así, no permitirnos ni por un momento olvidar la brutal realidad”. En The New York Times, A. O. Scott compara a Django con el Lincoln de Spielberg: “(Ambas películas) son esencialmente soluciones diferentes para un mismo problema. Uno puede imaginarse a sus respectivos héroes decidiendo con el amable humor del estereotipo racial que solía ser usado en la comedia stand-up: ‘Los hombres blancos abolimos la esclavitud así’ (aprobando una enmienda constitucional), ‘Pero los tipos negros, la destruyen así’ (vuelan en pedazos la plantación). Django es desvergonzada y autoconscientemente artificiosa, con movimientos de cámara y guiños musicales que evocan tanto los westerns alimentados a maíz de los ’50 como a su progenie alimentada a pasta de la siguiente década. Digresiva, humorística, vertiginosamente brutal y ferozmente profana. Una película problemática e importante sobre el racismo y la esclavitud”.


En The Village Voice, Scott Foundas muestra su aprecio por el “ajuste de cuentas” que emprende Tarantino sobre una hipócrita tradición narrativa de su país. “Es una coincidencia que Django sin cadenas se estrene en la misma temporada que el segundo film de Spielberg sobre la esclavitud (Lincoln, el anterior fue Amistad, hace 16 años) que no muestra las duras realidades de la vida de una plantación. Spielberg trabaja sobre una tradición honrada en el tiempo: desde El nacimiento de una nación, con sus risibles escenas de esclavos liberados violando y saqueando a las blancas sureñas, las películas han tratado durante un siglo a esta institución ‘peculiar’ mayormente con distancia; desde los felices esclavos de Lo que el viento se llevó y Canción del sur a las alegorías simiescas de King Kong y El planeta de los simios. En televisión, Raíces y La autobiografía de Miss Jane Pittman intentaron una aproximación más honesta, aunque dentro de los límites que impone la censura del buen gusto del horario central. Solo un gran film de estudio de la era moderna, el notable Mandingo de Richard Fleischer, se atrevió a encontrarse con la esclavitud en sus propios términos: una bacanal de sadismo, incesto, cruces interraciales, coronada por un final inolvidable en el que el amo blanco hierve vivo en una caldera al epónimo luchador. Escandalosamente extravagante, ferozmente inteligente, Django sin cadenas es un acto de provocación y reparación a la vez, no solo por la esclavitud sino por décadas de negros y laderos de habla canchera en Hollywood, y su blanqueo de la historia, desde ¿Sabes quién viene a cenar? a Historias cruzadas.”
En su artículo para Esquire titulado “Por qué Django sin cadenas es mejor que Lincoln”, Stephen Marche argumenta sobre la necesaria violencia de la película de Tarantino: “Si uno ve Lincoln cree que la esclavitud era un asunto de debate y política, que era una cuestión legal y que la gente blanca solo debía corregir su error de considerar a otras personas como su propiedad. Django necesita ser física: para una película sobre la época más sangrienta de la historia, a Lincoln le falta sangre. Tarantino necesita una reacción física a un crimen físico”. "

Nota de Radar completa en:

jueves, 24 de enero de 2013

Brutal ataque racista en Montevideo (4): La banalidad del mal

En la red, el video de la cámara del boliche a cuyas puertas fue atacada la militante afrouruguaya Tania Ramírez.
Con la edición correspondiente, se puede ver con cierto detalle cómo se fueron sucediendo los hechos, aunque no se puede escuchar la discusión que los motiva.


Llama la atención, y estremece, cómo (casi) de la nada puede surgir un altercado de este tipo. De interacciones absolutamente cotidianas: todo el mundo sale en orden, no parece haber un ambiente de "descontrol" como a la salida de algunos boliches -apenas otra madrugada en la ciudad.
Aunque digo "casi de la nada" porque obviamente hay un entrelazado previo de relaciones, de imágenes y presupuestos sociales que permiten que determinadas personas puedan realizar determinadas valoraciones de otras, de sus derechos y de sus fenotipos y opciones estéticas. Y que se sientan, mas allá de su superioridad numérica en condiciones de defenderlas a los golpes.

Estremece la duración y los distintos episodios que forman el ataque -el encarnizamiento de una de las chicas, el rol que juega la madre que parece querer separar  pero termina atacando arteramente- pero, sobre todo, la escasa intervención de personas ajenas al hecho. Nadie hace nada. No había un tiroteo ni armas, no era una peligrosa pelea entre barras -¿qué costaba intervenir y separar a las  mujeres?.

Desconozco casi todo sobre la obra de Hannah Arendt, pero es prácticamente imposible ver este video sin que la frase "la banalidad del mal" venga a la mente. Contra la creencia que pone el acento en  la agencia destructiva de individuos extraordinaria o patológicamente malvados, la filósofa alemana enfatiza el rol de las circunstancias sociales que llevan a la generalización de determinadas actitudes como parte de lo normal, de lo correcto o adecuado (social o individualmente) para hacer en ese momento. La indiferencia moral y apatía generalizadas pueden ser tan importantes o más que la presencia de individuos con un gran plan y estrategias malignas.

Para el caso que nos ocupa,  además del consabido "no te metás" (que supongo también existirá en la orilla oriental del Plata), una estructura de racismo cotidiano -el entrelazado de relaciones y valores sociales que día a día determinan la valoración que algunas personas pueden realizar sobre otras en base a su fenotipo y opciones culturales y estéticas- que permite que de interacciones casuales, menores (una disputa por un taxi) surja un brutal ataque racista, ante la mirada indiferente de decenas de personas.

La banalidad de este mal -pero su presencia ubicue- y la existencia y modalidades de este racismo cotidiano es lo que hay que comprender y denunciar para evitar episodios similares en el futuro. 


Ver también:

miércoles, 23 de enero de 2013

(Uruguay) Borrar el racismo del lenguaje

La versión online de Clarín de hoy se hace eco de una iniciativa de la Casa de la Cultura Afrouruguaya.
Los comentarios, como siempre imperdibles -e inquietantes...
Ya hubo un cuestionamiento local a la expresión "trabajar en negro" -de la que dimos cuenta en este blog. Como dije antes, me parece más correcto preocuparse por "trabajar como un negro" que por "trabajar en negro" -expresión que no necesariamente hace referencia a sujetos racializados-.
Tampoco creo que haya que sacar la expresión sino hacer notar su carácter inadecuado.  Como señala la nota de La Diaria que figura al final de esta entrada, hay otras expresiones aún más discriminatorias en diccionarios uruguayos ("negrada", "negraje", "negrerío" "negrear") que también necesitan aclaración y condena. Un largo trabajo.


Clarín, 23 de enero de 2013

Piden a la Real Academia Española borrar la expresión "trabajar como un negro"
Músicos, deportistas y funcionarios participan de una campaña en la que piden a la RAE que elimine esa frase de su diccionario. "Evoca un pasado de sometimiento que no debería repetirse para ningún ser humano", dicen. Cómo sumarse.

Músicos, deportistas y funcionarios. Todos juntos con una idea en común. Borrar la expresión "trabajar como un negro" del diccionario de la Real Academia Española. La Casa de la Cultura Afrouruguaya lanzó una campaña para pedirle a la RAE que retire de su diccionario esa frase "de uso discriminatorio". 
En sólo 24 horas, el grupo ha reunido 7.000 firmas de apoyo, según dijo Elizabeth Suárez, secretaría general de la Casa de la Cultura Afrouruguaya.
La petición, lanzada en una carta abierta que fue publicada en la prensa, radio, televisión, internet y en las redes sociales, se suma a otras actividades de "sensibilización" sobre la cuestión, agregó.
El fuerte de la campaña es video que solicita a la Real Academia "revisar la permanencia de esta expresión en el diccionario"  y compromete a su vez a los uruguayos "a borrar toda expresión discriminatoria" de las "plazas, canchas y escuelas" del país.




Las personalidades uruguayas que participan del video subrayan que es una de las "expresiones de uso discriminatorio" que "evoca un pasado de sometimiento que no debería repetirse para ningún ser humano".
Entre las caras conocidas que dan voz a la petición figuran la atleta olímpica Déborah Rodríguez, el viceministro de Energía Edgardo Ortuño, la directora del Instituto Nacional de las Mujeres Beatriz Ramírez y el músico Rubén Rada, todos ellos afrodescendientes. Pero también aparecen otros que no son negros como el futbolista Sebastián "El Loco" Abreu o el periodista y escritor Carlos Maggi.
Los ciudadanos que quieran sumarse a la iniciativa deben entrar en la web www.borremoselracismodellenguaje.com y firmar dando sus datos personales, entre ellos el documento de identidad.
Suárez explicó que eligieron la expresión "trabajar como un negro" solo "a modo de ejemplo", conscientes de que el diccionario aparecen otras acepciones de la palabra que tienen el mismo carácter peyorativo, pero también porque "es la que más se usa en Uruguay".
Según la activista, en apenas 24 horas han recolectado ya 7.000 firmas y la organización tiene la esperanza de que la Real Academia les "haga caso" y "erradique" esa frase del diccionario. Sin embargo, más allá del éxito concreto de la solicitud, detalló que su objetivo es "lograr visibilidad" y concientizar.
"Tenemos la idea de que Uruguay es ejemplar en muchos aspectos, pero en este capítulo falta mucho por hacer", denunció la activista, quien asegura que en su país, considerado una de las más avanzadas en materia social del continente, "sigue existiendo discriminación" a la hora de conseguir trabajo y de relacionarse.
Parte de ese fenómeno se debe, en su opinión, a que Uruguay "se ha jactado siempre de tener una cultura europea" debido al origen mayoritario de su población, especialmente español e italiano.
Según los datos del último censo de población realizado en 2011, los afrodescendientes en Uruguay, que tienen su origen en los esclavos que llegaron al país desde µfrica en la época de la colonia, representan el 8 por ciento de los habitantes, es decir unos 300.000.

Agradezco a Darío La Vega y a Nicolás Fernández Bravo

Fuente: 
http://www.clarin.com/sociedad/Piden-Real-Academia-Espanola-expresion_0_852514952.html
Ver también: 
http://ladiaria.com.uy/articulo/2013/1/pensar-antes-de-decir/
http://www.diariolarepublica.net/2013/01/borremos-el-racismo/

lunes, 21 de enero de 2013

21 de enero (Brasil): Dia Nacional de Combate a la Intolerancia Religiosa


En octubre de 1999, el periódico Folha Universal, perteneciente a la Iglesia Universal del Reino de Dios (IURD) publicó, como parte de su acostumbrada campaña  contra las religiones afrobrasileras, una larga nota titulada "Macumberos charlatanes perjudican el bolsillo y la vida de sus clientes". Una de las fotos que la ilustraba, reproducía una imagen de la mãe de santo bahiana Gildásia dos Santos e Santos, iyalorixá del terreiro Axé Abassá de Ogum, en el barrio de Itapuã, en Salvador.
La aparición de esa foto en un periódico de distribución gratuita y masiva (confesional, pero de una tirada de cerca de un millón y medio de ejemplares) tuvo consecuencias nefastas en la vida de la mãe de santo. Por un lado, sufrió la crítica de algunos devotos del candomblé, que creyeron que se había pasado a las filas de la Universal, por otro, su templo fue atacado por creyentes evangélicos que se sintieron con derecho de amenazar a su marido y romper objetos sagrados.
El frágil estado de salud de mãe Gilda no resistió esta controversia inmerecida, y falleció el  21 de enero del 2000, un día después de haber autorizado a sus abogados a emprender acciones contra la iglesia neopentecostal brasilera.
Su hija carnal y actual iyalorixá del terreiro, Jaciara Ribeiro dos Santos, obtuvo tres victorias sucesivas en distintas instancias de la justicia brasilera, que condenaron a la IURD a retractarse públicamente en su periódico, y a pagar una suma de dinero a la familia en concepto de reparación.
De manera más significativa, la fecha del deceso de la líder religiosa fue instituída, primero por el Município de Salvador y posteriormente, en 2007, por el gobierno federal brasilero, como el Dia Nacional de Combate Contra la Intolerancia Religiosa (Lei Federal 11.065/77).

En un desarrollo novedoso de los reclamos por los derechos sociales, se realizará hoy en Porto Alegre -ciudad de origen de buena parte de los templos presentes en Argentina- una marcha que no sólo recordará el caso sino que protestará contra nuevos peligros: ahora la "limpieza étnica" que puede implicar la realización de la Copa del Mundo en Brasil en 2014. Varios pais y mães de santo están preocupados con que el hecho de que Porto Alegre sea una de las sedes implique un proceso de "remozamiento urbano", con el consiguiente desplazamiento de familias negras pobres y de templos de determinadas áreas de la ciudad. Particularmente, advierten sobre el caso de la Vila Cruzeiros, por donde pasará una nueva avenida, y que podría conllevar la  apropiación o mudanza de 26 templos, entre ellos  el Reino da Mãe Osun de la Iyalorisa Mãe Maria de Osun, que se cree es primer terreiro de candomble del estado, situado allí hace más de cuarenta años.
Ante la preocupación por este proceso de "desterritorialización simbólica y material de los terreiros de Porto Alegre", será firmado hoy, en el palacio de gobierno estadual, un decreto que crea un Grupo de Trabajo para la implementación del Consejo de los Pueblos de Terreiros y de la Política de Promoción de la Igualdad Racial del Estado de Rio Grande do Sul.
Nuevos desafíos, pero tanto el gobierno como el pueblo-de-santo parecen estar a su altura. Veremos a ver, como dicen los portorriqueños...

Más información sobre este día:

- Para una visión local, ver el blog de Alejandro Agostinelli:



- Una interesante versión ecuménica cristiana, en:



- Para  una guía contra la discriminación religiosa (Brasil), ver:

Fuentes consultadas:

Agradezco a Alejandro Agostinelli

sábado, 19 de enero de 2013

Noche de Batuque -y comidas religiosas


He dicho, y repito, que el Batuque -originalmente del estado de Río Grande do Sul y actualmente adoptado masivamente en Montevideo y Buenos Aires- es la variante religiosa afro-brasilera más menospreciada dentro y fuera de su país de origen. La belleza de sus rituales, culinaria, ropa y tradiciones musicales poco tienen que envidiarle a otras variantes con mejor prensa -hasta académica- como el candomblé.
Hace pocos días, en la revista Foodie de enero (perteneciente al diario El País de Montevideo) apareció esta crónica del periodista argentino Diego Oscar Ramos sobre una ceremonia de batuque realizada en el Ilé Asé Oyáwanjó, en la ciudad de La Plata.


(doble click para agrandar la imagen, o sino ver el texto agrandado más abajo)

La nota, su diseño y las fotos que acompañan finalmente hacen justicia a la temática abordada. 
Por ello primero reproduzco las siete páginas de la nota y luego sólo las partes con textos, agrandadas, para facilitar su lectura. 







A continuación, las partes del texto, agrandadas:








Agradezco a Diego Oscar Ramos, al Babá Oyáwanjó Marcelo t'Oya y la Iyá Virginia Ti Yemoja

lunes, 7 de enero de 2013

Rostros africanos en murales porteños..

 Foto: diario Clarín/María Eugenia Cerutti

La presencia -real, simbólica, cultural- de Africa gana creciente espacio y visibilidad en las calles de Buenos Aires y de las principales capitales del interior. A la revisibilización afroargentina se suman la inmigración afroamericana y africana, el desarrollo de sólidos movimientos de percusión y danza de origen afroamericano y africano que trasvasan los lugares privados de práctica para aparecer, con cada vez más nitidez, en el espacio público.
El diario Clarín de hoy da cuenta de una nueva arista de este fenómeno: murales pintados con rostros africanos en varias paredes de nuestra ciudad.

 Foto: Primo Murales

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Foto: Primo Murales

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domingo, 6 de enero de 2013

6 de enero: Santo candombero

Foto e imagen: Darío La Vega

Hoy, en varias localidades del NE argentino, se celebra a San Baltasar, devoción históricamente asociada (aunque no exclusivamente) a la población afroargentina y afrouruguaya.
Aquí reproduzco -de nuevo- una bella imagen del santo que pertenece a la familia de Darío La Vega, antropólogo, fotógrafo, amigo personal y del blog.